Una vez finalizada la intervención se coloca una faja, medias o vendaje en la zona tratada y de esta manera se controla la inflamación, además se ayuda a la piel a adaptarse al nuevo contorno del cuerpo. Estas prendas compresoras se han de llevar durante todo el día durante el primer mes aproximadamente.
En el postoperatorio es conveniente administrar antibióticos para prevenir posibles infecciones y otros medicamentos para el dolor.
La recuperación es un proceso gradual, los primeros días, las zonas intervenidas estarán inflamadas y con hematomas, que irán desapareciendo de forma progresiva. Hay casos en el que la inflamación puede durar hasta seis meses, pero a las pocas horas se puede empezar a hacer vida normal.
El paciente ha de caminar para prevenir la formación de trombos venosos en las piernas, es conveniente la práctica de ejercicio, sin realizar ninguna actividad muy intensa hasta pasado un mes desde la intervención.
Se retiran los puntos entre siete y diez días después de la operación.
Es recomendable evitar el sol y los rayos UVA durante los dos primeros meses para que no se formen manchas oscuras en la piel.